NUESTRA HISTORIA

La historia de González Ópticos se remonta a 1975, cuando sus fundadores, Vicente y Mariángeles, deben decidir si emplear todos sus ahorros en una vivienda o asumir un riesgo: invertir en una máquina de graduación que por aquel entonces en Badajoz, ninguna óptica tenía .

Si estás leyendo esto, puedes imaginar qué eligieron, ¿verdad?

Aquella inversión permitió que V. González Ópticos abanderara un cambio en el sector y marcara un rumbo, que no ha abandonado en sus 48 años de historia: la óptica entendida como un servicio integral y experto, no sólo en la venta y distribución de sus productos, sino también en el diseño, la fabricación y el asesoramiento.

No sólo como una tienda, sino como un centro especializado.

Así, en la década de los ochenta, primero con la sede en la calle Arias Montano, y después en su emblemática tienda de la Plaza Sto. Domingo en la Avda de Colón, se convierte en la primera óptica de la ciudad.

Una visión más allá del resto

En los años siguientes, se abrirán las puertas de cinco locales más, uno en Mérida y cuatro en Badajoz, lo que convierte a V. González, en una de las ópticas con más implantación en el territorio y a la vanguardia de la tecnología en graduación, adaptación de lentes, así como en la moda, con un stock inigualable de primeras marcas.

 

En ese ambiente de innovación, esfuerzo y superación crece, como persona y como profesional, Pablo González, actual CEO de la empresa, diplomado en Óptica y Optometría. Trabajador incansable, desde hace más de veinte años ha pasado por todos los puestos de la empresa que debía liderar; un camino de aprendizaje, que le ha reportado el conocimiento y la experiencia suficiente, para abrir una nueva etapa en la historia de la óptica familiar.

Así nace, en 2019, Gónzález Ópticos, ya fuera del paraguas de Multiópticas, en busca de la libertad necesaria para fijar un nuevo rumbo basado en la creatividad y en un equilibrio perfecto entre imagen y calidad, y con una visión: aunar lo mejor de un mundo tecnológico totalmente interconectado, y una tradición de trato directo y cercano a su familia de clientes que, al cabo de casi cinco décadas de trabajo, es sin duda su activo más valioso.